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¿Qué poder tienen las palabras?

Los seres humanos, consciente o inconscientemente, transferimos energía de tres formas. A través de las manos, que son una de las principales herramientas de muchos sanadores reconocidos; a través de los ojos, considerados la ventana del alma, y —más frecuentemente— por medio del aliento o el soplo divino: el poder de las palabras.

Cada palabra tiene un peso emocional, mental y energético. Las mujeres pronuncian entre 25,000 y 32,000 al día; los hombres, de 12,000 a 15,000… ¿Cuántas veces somos conscientes del gran poder que existe en cada oración? 

La voz está relacionada con nuestro quinto chakra, la garganta. Según la filosofía yóguica, es el puente de conexión entre la mente y el corazón —la razón y la intuición. Por eso, si no hemos aprendido a hablar desde la diplomacia, el amor y la comprensión, la razón y la intuición suelen entrar en conflicto. Y como resultado, hablamos de forma irrespetuosa, impulsiva y hasta hiriente. 

El habla nos distingue del resto de las especies. Así, al nombrar y definir lo que nos rodea, los humanos ejercemos el poder de las palabras para crear nuestra realidad. Un ejemplo de ello está en la frase bíblica “Y el verbo se hizo carne”: puede interpretarse que la palabra es constructora, es el motor primario antes de la materialización.

Palabras que atraen

Siempre he pensado que las palabras son como un imán, que atraen tanto lo bueno como lo malo. En ese sentido, son una herramienta poderosa que condiciona nuestros resultados en todo lo que hacemos en la vida

Se dice que el cerebro no entiende las instrucciones en negativo sino en positivo. Es distinto decir No me hagas daño a Trátame con amor. Ambas frases invitan a lo mismo, pero la petición en positivo condiciona al cerebro hacia una acción más concreta y sin errores.

Entonces, las palabras son órdenes y permiten que sea posible una conexión entre las emociones, las ideas, los sentimiento, los sueños y los resultados. Decir, anunciar o declarar en voz alta, así sea para nosotros mismos, son una forma de comenzar el viaje hacia el logro de nuestras metas.

Palabras que marcan

Engrandecer y destruir es muy sencillo a través de las palabras precisas. Las palabras no se pueden recoger. Es por ello que debemos pensar muy bien antes de hablar, ya que una vez que decimos algo somos responsables de ello, para bien o para mal.

Muchas veces decimos cosas que no queremos, pero al usar frases incorrectas sentenciamos nuestras ideas. De esa forma podemos ofender, dañar relaciones, herir los sentimientos de otras personas, así como impactar en su autoestima. Ese impacto puede ser en dos vías, así que teniendo claro el propósito solo tienes que elegir las palabras correctas y decirlas en el momento adecuado.

El poder de las palabras también puede verse en la numerología. De acuerdo con ella, cada letra tiene un valor numérico que se traduce a una vibración y esas vibraciones encajan perfectamente con nuestra interpretación de la realidad. Tenemos el ejemplo de la palabra “magia”:

El poder de la palabra magia

Sabemos que 11 y 22 son Números Maestros: se relacionan con la inspiración, la materialización y la consciencia superior.  El 11 y el 22 establecen una nueva realidad en beneficio de la mayoría de las personas, que no podría lograrse sin un toque de magia.

La magia es tan antigua como la existencia del hombre. En el pasado, fue un cuerpo de conocimientos coherente y fuente de evolución del hombre. Entonces, detente un momento y pregúntate: ¿qué realidad estás construyendo con tus palabras? ¿Estás haciendo magia?

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