El zodiaco está divido en 12 casas astrológicas, cada una de estas casas representa un domino de nuestra vida. Estás casas se calculan en el cielo natal tomando en cuenta la hora de nacimiento de la persona. Sobre esta carta se ubica el signo que se encontraba en el horizonte en el momento de tu nacimiento, es decir, tu ascendente y allí se calculan los ejes.

La división del cielo zodiacal en 12 casas es conocida como domificación, existen diferentes técnicas pero la más usada es la Domificación Placidus. Cuando se calculan las casas astrológicas saltan a la vista dos ejes principales: un eje horizontal que va desde el Ascendente (casa I) hasta el Descendiente (casa VII), el segundo eje va desde el Fondo del cielo (casa IV) hasta la Mitad del cielo (casa X).

Estos dos ejes constituyen cuadrantes que a la vez se dividirán para obtener las demás casas. Las casas que siguen al eje (I, IV, VII, X) se les llama casas angulares y se les considera más fuertes que las otras casas. Las casas que vienen justo luego de las angulares (II, V, VIII, XI) se les llama sucesivas y son las casas de los logros y de la estabilidad. Para terminar vienen las casas al final de cada cuadrante (III,VI, IX, XII) denominadas también cadentes y consideradas como casas de crisis y cambios.

Cada casa astrológica corresponde a un dominio preciso de nuestra existencia, los planetas que se encuentran en cada casa en el momento de nuestro nacimiento determinan los diferentes aspectos de nuestra personalidad. Además en un momento puntual, los tránsitos planetarios pueden decir mucho sobre la situación en la que te encuentras y lo que debes hacer

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