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Libra: “el equilibrado”

El signo de Libra es gobernado, como Tauro por el planeta Venus. Es el séptimo mes/signo y el primero de la la segunda mitad del ciclo anual.

Libra está representado por la balanza, que simboliza la justicia, equilibrio y armonía.


Las letras hebreas que nos conectan con la energía espiritual del mes son el Lamed, quien creó el signo de Libra, y el Pei, quien creó el planeta Venus.

El Lamed es la única letra del alfabeto hebreo que se extiende por encima de la línea de escritura, lo que indica que la energía de libra se extrae de un mundo superior y está directamente ligado a ese plano superior de la energía. Esto se considera, por tanto, un gran mes para actuar.

Libra, así como Tauro, están gobernados por Venus, que puede ser tan preponderantemente claro que confunde las diferencias entre el bien y el mal. Para los de Tauro, claridad con frecuencia resulta en asumir que todo el mundo es bueno, que la negatividad y la oscuridad simplemente no existen, y por eso pueden ser ajenos a los problemas del mundo.

Con libra, por el contrario, la luz de Venus parece tener todas las cosas iguales y esto a menudo puede causar cierta incertidumbre e indecisión. Tomar decisiones o hacer juzgamiento representa una dificultad tanto para los de Tauro como para los de Libra.

Para los de Tauro es un caso de “no quiero” – ellos no quieren juzgar; para los de Libra es un caso de “no puedo” – parecen ser incapaces de decidir entre dos lados de igual peso. Aunque Libra aspira para el equilibrio y la armonía en sus relaciones y entorno, generalmente se ven en un estado de confusión.

Reflexionan mucho sobre las cosas, considerando obsesivamente todos los ángulos de un asunto en un intento por lograr la ecuanimidad. Ellos dudan perpetuamente, vacilando entre un aspecto u otro.

Libra siempre ve ambos lados de un argumento, y ambas partes parecen tener los mismos méritos. Quedan paralizados por el miedo de cometer un error o hacer una mala elección. A menudo toman las decisiones de forma predeterminadas por defecto. Ellos se dicen a sí mismos: “tengo la oportunidad de cambiar algo aquí, revelando una gran parte de la luz, si tomo la decisión correcta”.

Pero ¿cómo puedo saber si esa es la respuesta correcta? Puede haber otro punto de vista, una verdad diferente. Los librianos rara vez emprenden acciones decisivas. Cuando lo hacen, ellos pueden estar moviéndose a saltos e impulsos, retrasando sus pasos, revisando las antiguas decisiones, por una ansiedad de que se han olvidado el considerar por completo todas las posibilidades. Libra jamás pueden decir: “esto es lo suficientemente bueno”.

Ellos pasarán por periodos de actividad tenaz y harán grandes progresos; Sin embargo, tan pronto como la presión disminuye, ellos quedan inciertos nuevamente y empiezan a deshacer todo lo que ya realizaron. Pueden convertir el problema más simple en un abismo de duda y ambigüedad.

Libra puede ser muy social. Son amistosos, Abiertos, calurosos, comprensivos con los problemas ajenos y animan a otros a confiar en ellos. Gustan de preocuparse por los otros, y en cuanto alguien demuestra la menor necesidad, un libriano estará allí para echar una mano.

Si no eres un Libra y estás en busca de un consejo, los librianos puede ser una resonancia especialmente buena, porque dan igual peso a todas las posibilidades. No pidas a un libra tomar una decisión para ti. Serás inundado con más y menos, pros y contras, ventajas e inconvenientes, no obstante sin ninguna conclusión. Aunque Venus es el planeta del amor, la relaciones de los librianos reflejan claramente su indecisión. La incertidumbre es perjudicial para sus compromisos. Esta incertidumbre está conectada con su propia imagen –

Libra no puede asumir determinaciones claras incluso acerca de sí mismos. Por faltarles un sentido claramente definido de propósito y autoestima, a menudo buscan seguridad en las relaciones. Pero tienen dificultad en rendirse completamente a nadie. Sus alianzas son siempre divididas, sus relaciones son raramente completas.

Para un libriano, todo, incluso el amor, permite una auto-interrogación. ¿Estaré seguro de amar a esta persona? Será que ella ¿Merece mi afecto? Con miedo de ser heridos, se dicen a sí mismos que hay buenas razones para no querer a alguien con todo tu corazón y que restringiendo sus sentimientos, se están protegiendo.

A pesar de las buenas intenciones, los librianos racionaliza excesivamente y siempre encontrarán justificaciones intelectuales para sus preguntas. Los librianos parecen estar detenidos en el tiempo. Evitan las confrontaciones y las responsabilidades y se niegan a enfrentar sus problemas. El orgullo no les permite tomar una decisión que puede ser un error.

El libiriano quiere resolver todo racionalmente. Cree en su propia capacidad intelectual y quieren revelar la verdad al usarla. No consigue percibir que las verdades espirituales están más allá de la lógica humana.

Para corregirse, necesitan aprender a confiar en la luz y necesitan entender que cometer errores es una de las maneras en que crecemos. Los librianos simplemente necesitan tomar acción para revelar la luz. Para ellos, la deliberación es sólo una distracción que impide la acción. Buenas intenciones no son suficientes. Para obtener progreso, libra necesita superar su miedo al fracaso y dejar de recibir soluciones lógicas. Necesitan ser abiertos, donar ellos mismos incondicionalmente a actividades positivas y la luz no los abandonará.

En otras palabras, ellos “tienen que jugar”. El agua es buena.

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