La fusión de dos ciencias milenarias

La Astrología es una ciencia de arquetipos, nos permite encontrar las claves de nuestro potencial interior. La Cábala es una filosofía de vida que nos habla del origen y del destino de nuestra existencia.

La unión de estas dos ciencias nos lleva a la comprensión de todo lo que acontece en nuestra experiencia de vida. Se trata de una orientación integral.


De la mano de su creador, Kabaleb, la Astrología Cabalística nos ofrece una visión profunda e interactiva de estas dos ciencias milenarias. Kabaleb dedicó toda su vida en descifrar las claves y desarrollar la astrología y la Cábala para convertirlo en la Astrocábala.


La fusión de estas dos disciplinas, nos permite estudiar y comprender las claves y los entresijos que nos devela nuestra carta natal.
La descubrió a mediados del siglo pasado en Paris. Podemos decir que Kabaleb fue uno de los mayores astrólogos del siglo XX y su contribución a esta ciencia fue enorme.

Supo ver qué dentro de una ciencia como la Cábala, estaba en ella sumergidas las corrientes astrológicas, aplicando las enseñanzas de el Árbol Cabalístico a los movimientos planetarios para que la interpretación cabalística pudiese emplearse de forma coherente y práctica.

Convirtió el horóscopo en algo vivo. Así nació la Astrocábala que bajo el sello de dos ciencias milenarias nos revela un auténtico tratado del comportamiento humano.


La Astrocábala utiliza los mismos fundamentos que la astrología tradicional, arquetipos zodiacales, planetas, aspectos, etc.… pero además basa su estudio en la estructura del Árbol de la Vida o Etz Hayim, un organigrama que se compone de 10 Centros o Sephiroth que guardan correspondencia con el sistema planetario, repartidos en 3 columnas que se conectan mediante Senderos.


Una de las primeras particularidades, es que el estudio de cada signo empieza por los elementos en orden de aparición, lo que se define como el Zodiaco Constituyente, así tendremos que primero serán los 3 signos de Fuego, después el Agua, el Aire y la Tierra.

El estudio de las Casas no varía, aunque la variación con la astrología convencional radica en que aquí tomamos las casas iguales, todas tienen 30 grados.


Antes de nacer, los Ángeles del Destino han ajustado con gran precisión nuestros distintos cuerpos y han esperado que se produjera un momento cósmico favorable a nuestros propósitos. Ese instante cósmico impregna nuestra materia con la primera respiración del recién nacido. El universo energético existente entonces penetra en nuestro interior y toda la vida nos acompañará.

Las fuerzas zodiacales y planetarias actúan desde dentro de nosotros, no desde fuera, y los planetas que transitan fuera son una copia exacta de los que están transitando en nuestro mundo atómico y molecular interior.


En cada uno de nosotros se oculta el trazado de una ruta, un programa que cumplir y solo el estudio de las características de nuestro cielo natal nos lo revelará.