Los planetas nos influyen en nuestra personalidad

Para comprender el mundo de los planetas debemos, en primer lugar, adquirir algunos conocimientos astronómicos básicos.

Todos sabemos que el Sol sale por el este y se pone por el oeste, y que la Luna pasa por diferentes fases. Sabemos también que las estaciones del año están determinadas por la trayectoria aparente del Sol alrededor de la Tierra.

En verano se aleja del ecuador hacia el norte y, de este modo, el punto de ascenso se desplaza cada vez más hacia el noreste mientras que el punto de descenso lo hace hacia el noroeste. El 21 de junio, en el solsticio de verano, alcanza su posición más al norte: es el día más largo del año y también la noche más corta. Desde ahí se dirige nuevamente hacia el sur. Este ciclo del Sol se refleja en el alargamiento de los días a medida que nos acercamos al verano y en su acortamiento cuando nos aproximamos al invierno.


Así como el Sol determina las estaciones y la división del día en la Tierra, y el efecto de la Luna se pone de manifiesto en las mareas, el resto de los planetas, cada uno a su manera, ejerce también una influencia en todo lo que se encuentra en la Tierra.

No se trata sólo de una influencia en lo físico sino también en lo psíquico
y lo mental. Si queremos hacer una interpretación astrológica de los planetas, es recomendable que sepamos algo sobre su movimiento.

Nuestro sistema solar está constituido por una legión de planetas que giran alrededor del Sol, Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. La Luna es el satélite de la Tierra.

Además de estos nueve planetas el sistema solar está constituido por otros cuerpos celestes: los cometas, los meteoritos, los satélites de los grandes planetas, los asteroides, y se ha sugerido la hipótesis de la existencia de otros dos planetas muy distantes, más allá de Plutón, todavía sin categorizar.

La controversia desatada por los astrónomos excluyendo a Plutón de nuestro sistema solar no reduce ni elimina su influencia. Las distintas velocidades con las que cada planeta recorre la banda zodiacal en el aparente movimiento anual determina sus distintas posiciones en los signos.

  • El Sol, en el transcurso de las estaciones, cumple en un año el recorrido del ciclo del Zodiaco y cambia de signo cada 30 días, ya que la Tierra tarda un año, 365 días, en girar alrededor del Sol y este movimiento hace que los veamos en signos de Zodíaco, distintos alrededor del día 21 o 23 de cada mes.
  • La Luna tarda 28 días en dar la vuelta a la Tierra, cambia de signo cada 2 o 3 días.
  • Mercurio tarda en dar la vuelta al Sol 88 días y cambia de signo cada mes aproximadamente, lo mismo que el Sol. Es el planeta más cercano.
  • Venus, tarda 243 días, y unos 25 días aproximadamente en cada signo.
  • Marte, tarda 685 días en dar la vuelta completa alrededor del Sol, con mes y medio o dos meses en cada signo.
  • Júpiter, tarda unos 12 años para un ciclo, casi un Signo por año.
  • Saturno, tarda entre 28 y 30 años para completar un ciclo, dos años y medio por signo más o menos.
  • Urano, tarda 84 años en completar un ciclo, 7 años por signo aproximadamente.
  • Neptuno, tarda 165 años en dar la vuelta al Zodiaco, alrededor de 12 años por signo.
  • Plutón, tarda 250 años en completar un ciclo, de 12 a 18 años por signo.

Hay otros arquetipos que se incluyen en el estudio de la carta astral:

  • Quirón, tarda unos 50 a 51 años en dar la vuelta al Sol y permanece entre 1,5 y 8 años en cada signo.
  • Lilith, tarda unos 10 años en completar la vuelta y se está unos 10 meses para transitar un signo zodiacal.
  • Nodos lunares:  permanecen unos 18 meses en transitar por un signo y su marcha es retrógrada.

Los cálculos de los planetas se determinan según la tabla de Efemérides. La energía planetaria no se transmite del cielo al ser humano, sino que es la vibración que emite cada planeta asociado con la naturaleza humana lo que le sintoniza. Estamos hechos de los mismos materiales que proceden del universo, de agua, de fuego, de aire, de gas, minerales, etc. y eso es lo que determina nuestra relación con el exterior, el mundo que nos rodea.

Los planetas simbolizan energías y cuando caen en un signo ponen en acción simultáneamente las energías del planeta y del signo del Zodiaco al que están adscritos. Es muy importante entender el dinamismo del comportamiento y la propiedad de cada planeta y cómo se conecta con la naturaleza propia del ser humano.

Planetas en el Árbol de la Vida

En la Astrología Cabalística hay que analizar los planetas desde la visión de la Cábala en el Árbol de la Vida.

El Árbol de la Vida está compuesto de 10 esferas que reciben el nombre de “Sefiroth”. Cada Sefiroth tiene adscrito una energía planetaria y están repartidos en 3 Columnas:

  • Tenemos la Columna de la Derecha, Pilar de la Bondad y Suprema Sabiduría y se le atribuye la potencia o potencialidad masculina.
  • La Columna de la Izquierda, Pilar del Juicio o Severidad, se le atribuye el Principio o Potencialidad Femenina.
  • Y en el medio la que se denomina Columna Central Pilar del Equilibrio, factor armonizador entre las Dos Columnas. Posee las dos potencialidades y transmite a su vez las dos energías. Se trata de la síntesis de todas.

Los 10 Sephiroth manifiestan tendencias de nuestra personalidad.

Kether : El Impulso de creación ubicado en el Árbol recibe el nombre de Kether. Es el soplo que induce a crear, es el silencio previo, la reflexión necesaria antes de que la Voluntad desee crear el germen de la creación, tanto si se trata de creaciones internas, como externas. En este Sephirah todo está de forma inconsciente. No hay planetas.

Hochmah: expresa la potencia masculina y su cualidad es la Suprema Sabiduría que nos lleva al perfecto entendimiento de las cosas por vía intuitiva. En este Centro se percibe el Amor en todas sus dimensiones, es la fuerza que estimula la creación que anima todas las cosas. Urano.

Binah: portador de la semilla de la forma. Su propósito es ayudarnos a asimilar la Luz-Amor y lograr con ello la construcción de un mundo portador de bienestar, de formas, de estructuras, de realidades sólidas. Expresión femenina de la energía. Saturno.

Hesed: expresión de todos los poderes que nos son transmitidos y que se resumen en la Visión del amor, es decir la potencia y la abundancia. Es el paraíso. Es poder creador, grandeza, plenitud, bondad, felicidad. Su compromiso es facilitarnos la experiencia de la facilidad en nuestras creaciones, en lo físico, emocional, mental y espiritual. Júpiter.

Gueburah: portador de Rigor y Justicia. La luz de Hesed puede estar desactivada o mal canalizada, si no sabemos utilizar adecuadamente nuestro potencial y eso puede dar lugar a “distorsiones” en la organización de nuestro microcosmo. Los excesos debilitan nuestra voluntad de crear. El bisturí cósmico es Gueburah, una fuerza que propone la reorganización interna que nos permita comprender que no se puede desaprovechar la energía. Hay que respetar los ciclos. Gueburah se emplea a fondo donde la injusticia campa a sus anchas. La disciplina que nos propone nos estimula y nos arma para el combate de la existencia.  Marte.

Tiphereth : Conciencia y Belleza son los títulos que recibe este Centro de energía situado en la Columna del Equilibrio. Es la Inteligencia Mediadora. Nos transmite la idea de la conciencia, la expresión de la armonía de la belleza interior que ha de reflejarse un día en el exterior. El Sol.

Netzah : Victoria y Poder de los sentidos. El amor se convierte en deseos, tiene forma concreta, tangible, nos da la posibilidad de percibir, de sentir, de crear belleza. Representa lo intuitivo de nuestra naturaleza. Nos ofrece inspiración, sensibilidad, armonía de las formas, la búsqueda del complemento ideal y la plenitud tanto física como espiritual. De Netzah depende la percepción y la manifestación de los instintos y sentimientos. Venus.

Hod : Gloria y la Verdad, la Inteligencia Absoluta o perfecta de las cosas mediante la comprensión de la realidad. Representa la perfección a través de la Verdad. Hod es el encargado de discernir lo que es lícito de lo que no lo es y de aplicarlo a nuestras vivencias. Es el poder alquímico de la Verdad, de la grandeza del espíritu y la esfera donde la magia del poder del intelecto resuelve todos los problemas.  Mercurio

Yesod : arquetipo de la fecundidad. Los 4 Elementos, Fuego, Agua, Aire y Tierra se encuentran en Yesod y dan vida a la imagen, a la existencia de todo lo que ES. Yesod representa el estadio de la experiencia a punto de cumplirse. La Luna.

Malkuth : último Sephirah visible del Árbol de la Vida, y puerta de salida pero también de entrada a nuevas realizaciones. Malkuth es el reino de Kether en la Tierra. En Malkuth todas la partículas de nuestro universo personal, microcosmos se reúnen porque es el Sephirah que nos permite la cristalización de las experiencias adquiridas en los distintos mundos, el resultado “estable” de la coherencia de la conciencia que se ha puesto en marcha para permitirnos SER. Representa el Ascendente.